Síndrome de colegiala

No se borra de mi mente la horrible sensación del primer día de clases en un colegio nuevo. Pérdida en el patio, entre montones de niños,oyendolos cantar himnos desconocidos y recitar oraciones monotonas. El día anterior era una pesadilla: el corazón latia rápido y fuerte, queriendo salirse de mi pecho, las manos me sudaban,me aterraba la idea de presentarme a un salón de desconocidos, de no ser aceptada o ser el hazme reir.

Ya no tengo que ponerme una faldita de cuadros, ni medias hasta las rodillas, no hay himnos que cantar, no hay afán por el timbre para recreo ni miedo a ser el hazme reir...

Mañana sólo seré yo y mis errores, mi pasado, el deseo loco de devolver el tiempo y hacerlo todo bien. Mañana tendré la certeza de que valió la pena, de eso no me cabe la menor duda.

-Doctor: ¿Varón Restrepo Johanna?

-Yo: PRESENTE!!!!

Quino.