jueves, 10 de julio de 2008

Reflexiones bajo un cáctus

No se a que horas se me ocurrió sentarme a pensar bajo este cáctus, habiendo tantos arboles frondosos!. No hay sombra y ni siquiera puedo recostar mi espalda, pues está lleno de espinas.
Es jueves y mis emociones al igual que mis hormonas están en ese sube y baja en que jugaba de niña.
Llevo mucho sin escribir en mi diario, empiezo a tener síntomas del sindrome del tunel carpiano por culpa de 7 horas diarias de internet, sigo en el exilio, durmiendo en camas diferentes cada noche y queriendo a un fantasma. Llueve y luego hace sol, el clima está indeciso, y las ventas de sombrillas se dispararon. Todos vamos por la calle intentando premonisar el estado de ánimo del tiempo es por eso que las bolas de cristal son bastante apetecidas en las tiendas de magia y hechiceria...
Hago traducciones, vendo minutos a $150 (si señores, yo puedo vender el tiempo) y ayudo a abrir correos electrónicos. Entonces en un momento de calma, me pierdo y divago bajo este cáctus sembrado en medio de la mísmisima nada.

1 comentario:

Maximiliano dijo...

Parce: Mi psicologa me hizo dibujar un arbol. Estimo que despues me dira de que se trata todo esto... Por que un cactus?
Ud. vende minutos? Es interesante su cargo en el ministerio del tiempo... Y la gente que hace con esos minutos que Ud. vende? Ha intentado Ud. comprarse minutos?
Un abrazo grande Parce...