Salimos de Armenia a las 7:30 am en medio de un aguacero apocalíptico. Ya ningún temor me oprimia el pecho, y la compañía de Carlos me reconfortaba demasiado.
Nos bajamos en la Galeria de Calarcá y caminamos directo hasta el parador de camioneros; no sabiamos bien que hacer, a quien preguntar y decidimos caminar por la zona.
Primero, de forma muy tímida nos parabamos a echar dedo, luego ya más cómodos con la posición, todo empezó a fluir de forma natural.
Nadie pasaba siquiera, pero nada podía desalentarnos en esos momentos.
Nadie pasaba siquiera, pero nada podía desalentarnos en esos momentos.
Caminamos hasta la cárcel de Peñas Blancas y al cabo de cinco cortos minutos un carro paró. Fué demasiada la alegria que sentimos, no sabiamos cómo, pero lo habiamos logrado, tal vez fué útil nuestro letrero improvisado en el que podía leerse "PASTO". Lo que empezó como una idea de locos hoy se materializó de forma hermosa.
Fue un trayecto increible, con la banda sonora a cargo de Rafael Orozco y el Binomio de Oro de America. no podía creer que lo hubieramos hecho. Ademas siempre pensamos en una mula, un camión, pero jamás en un automovil.
Manuel (el héroe del día) es un hombre joven, de gran corazón y valluno hasta los huesos. Nos contó de su vida, su trabajo en la Mina de Carbón "El cerrejon", de como trabaja allí 45 días sin descanso para venirse a Cali por 15 lunas y soles.Nos habló con orgullo de su ciudad y nos dirigió a un punto estratégico (según él) para hacer autostop.
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